viernes, 4 de mayo de 2007

Los encartelados


A finales de los años 60 hubo una novela (que ahora se puede ver por internet) sobre una revuelta contra la dictadura militar española: Los encartelados, de Gonzalo Arias. Se puede bajar en PDF.

Los encartelados. Novela programa. 1ª ed. París 1968; 3ª ed. anotada y con apéndice documental, 1998. Libro vinculado a la primera acción política y testimonial realizada en España bajo el signo explícito de la noviolencia. La 1ª edición llevaba la siguiente nota: "Esta novela es un programa. El autor (...) se propone iniciar en persona la ejecución del primer capítulo el 20 de octubre de 1968, confiando en que otros tomarán a su cargo la ejecución de los restantes". El tema es una campaña para pedir elecciones, en un país de dictadura no demasiado imaginario, por el sencillo procedimiento de pasearse con carteles en pecho y espalda.
Eso es lo que hizo él. Salir a la calle. Se lo llevó la policía política, creada a imitación de la Gestapo (y con su colaboración) al TOP (Tribunal de Orden Público)*

De Gonzalo Arias se puede leer en su propia web:
A los 42 años y con seis hijos, en 1968, realicé una acción sencilla pero que debía conducirme necesariamente a la cárcel: Petición pública de elecciones (en cumplimiento del programa anunciado previamente en mi libro Los encartelados) como primer paso para la democracia, gesto por el que fui condenado como autor de un delito contra las leyes fundamentales.

Otras actuaciones inspiradas en la noviolencia, que me valieron nuevos contactos (breves, a decir verdad) con el mundo carcelario fueron:

- 1971: Participación en la "Marcha a la prisión" en apoyo de la objeción de conciencia al servicio militar cuando los objetores españoles arriesgaban largos años de prisión. Fue una marcha internacional desde Ginebra hasta (teóricamente) Valencia, aunque los caminantes, tal como habían previsto, fueron detenidos al entrar en territorio español.
- 1976: Denuncia pública de las torturas policiales, en un momento (gobierno de Arias Navarro) en que había una expresa prohibición gubernativa de hablar sobre este tema.
- 1973-1982: Repetidas visitas a Gibraltar y saltos de la verja fronteriza cerrada para reclamar la rectificación de la errónea e inhumana política de hostigamiento hacia los gibraltareños. Mi interés por la cuestión de Gibraltar me llevó a trasladar la residencia familiar a La Línea de la Concepción, donde hemos vivido de 1980 a 1997.

Mis primeros libros inspirados en la noviolencia hubieron de publicarse o en el extranjero (Los encartelados) o ilegalmente en España (La no-violencia: ¿tentación o reto? y El proyecto político de la no-violencia), al no permitirlos la censura franquista. Estos y otros se han vuelto a editar después.

En 1987 publiqué el Repertorio de caminos de la Hispania romana, y ese mismo año reanudé la publicación de El Miliario Extravagante.

Desde 1968 (año en que renuncié a mi puesto permanente en la UNESCO) hasta la actualidad, mi fuente principal de ingresos ha sido el trabajo de traductor temporero para diversos organismos de las Naciones Unidas.
*Los delitos políticos y sindicales que habían sido juzgados por Tribunales Militares o por jurisdicciones especiales pasaron a serlo por el Tribunal de Orden Público (TOP) desde diciembre de 1963, el cual se va a convertir en el principal instrumento represivo de la actividad sindical y política de la etapa final de la dictadura y persistiendo hasta el 4 de enero de 1977.

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