Seattle obligada a retirar los cargos y pagar un millón de dólares a los manifestantes contra la OMC detenidos ilegalmente en 1999. El acuerdo requiere la revisión y puesta a punto del entrenamiento de la policía. En un acuerdo histórico conseguido por Public Justice en representación de la gente arrestada en 1999 mientras se manifestaban de manera pacífica contra la Organización Mundial del Comercio (OMC), el ayuntamiento de Seattle ha aceptado cerrar y cancelar los antecedentes penales lo que un jurado previamente había determinado arrestos inconstitucionales por la policía de Seattle. Además de esto, el acuerdo obliga al ayuntamiento de Seattle a mejorar el entrenamiento de la policía para evitar arrestos anticonstitucionales en masa en el futuro. Por último, el ayuntamiento pagará un millón de dólares como compensación a los manifestantes por la violación de sus derechos constitucionales y los costes de interposición de la demanda. "El veredicto y el acuerdo no solo reivindican los derechos de la gente que se manifestaron pacífica y legalmente en 1999, sino que ayudará a asegurar que la protesta es tratada como debe de ser en una sociedad libre". La demanda colectiva, presentada en el 2000, se derivó de los hechos del 1 de diciembre de 1999, cuando la policía acorraló y arrestó a aproximadamente 175 personas que estaban protestando de manera pacífica en el parque Westlake, en el centro de Seattle. El ayuntamiento había invitado y animado a la OMC a mantener su conferencia ministerial en Seattle. CUando la conferencia comenzó a finales de noviembre, decenas de miles de personas y organizaciones dedicadas desde la globalización y derechos de los trabajadores hasta especies en peligro y derechos humanos se reunieron en la ciudad para protestar por las políticas aplicadas por la OMC. Tras un día de protestas generalizadas, en su mayoría pacíficas, el alcalde de Seattle ordenó impedir el acceso al centro de la ciudad excepto para algunos ciudadanos en concreto, lo que por muchos testigos fue visto como una respuesta exagerada a los disturbios aislados de algunos individuos. Aunque la orden no prohibía específicamente las manifestaciones en ese área, los funcionarios del ayuntamiento y la policía lo denominó "Zona libre de manifestaciones". Cientos de manifestantes fueron arrestados. Todos los cargos contra los arrestados en la "zona" fueron retirados más tarde, pero no antes de que muchos de los manifestantes fuesen retenidos en prisión hasta cuatro días -hasta que la conferencia de la OMC había terminado. Ningún policía fue nunca reprendido o castigado por el ayuntamiento. Basándose sobre todo en el testimonio de los principales cargos del departamento de policía de Seattle, Michael Withey (abogado con el que co-presentaba Public Justice la demanda) argumentó que los arrestos se hacían de acuerdo con la normativa del ayuntamiento o, como mínimo, había sido aprobada por los encargados del Departamento de policía. El jurado estuvo de acuerdo, encontrando al ayuntamiento responsable de arrestos anticonstitucionales. Además de Withey, los demandantes estuvieron representados en el juicio por el co-demandante de Public Justice Tyler Weaver de Seattle; el consejero legal de Seattle [principal fiscal de la ciudad], Fred Diamondstone; y el abogado Leslie Bailey, socio de Brayton-Baron en Public Justice. Después del veredicto, Seattle se enfrentaba a continuar en los tribunales por la indemnización por daños debida a los manifestantes detenidos ilegalmente. Para evitar los juicios, el ayuntamiento de Seattle aceptó llegar a un acuerdo. “Este acuerdo cierra un capítulo importante en la historia de esta ciudad" dijo Withey. "La lección que debemos aprender es que todos los derechos constitucionales de los ciudadanos pueden ser garantizados al mismo tiempo que la seguridad publica es asegurada. El juez, el jurado y ahora el ayuntamiento de Seattle han dado validez a este principio fundamental. Estamos orgullosos de ser responsables de ello y de contribuir a esta importante victoria". Weaver dijo estar contento de que los manifestantes del parque de Westlake fuesen indemnizados, pero la resolución completa del caso tienen un significado mucho más importante. “Lo más importante, el veredicto del jurado en este caso en un signo de que nuestra Constitución esta viva y en buena forma” dijo Weaver “Confío en que este caso enviará un mensaje no sólo a la ciudad de Seattle sino a todas las ciudades del país que los arrestos en masa de manifestantes pacíficos y respetuosos con la ley no son y no pueden ser tolerados" Diamondstone señaló que el acuerdo es "una importante lección para los departamentos de policía de todo el país que han estado atentos la experiencia de la OMC en Seattle" cuando se reunan grandes grupos de manifestantes en otras ciudades grandes. "La lección que hay que aprender es evitar repetir el fiasco de Seattle permitiendo a los manifestante pacíficos reunirse, como garantiza la constitucón", declaró Diamondstone. Digno de destacar, el ayuntamiento ha acordado incorporar decisiones importantes del juzgado del caso Hankin en el entrenamiento de la policia. Esas decisiones aclaran que la policía no tenía razones para arrestar a los manifestantes pacíficos del parque Westlake y otros arrestados fuera de la "zona libre de manifestaciones". Mejorando el entrenamiento ayudará a que los policías protejan los derechos constitucionales de los individuos contra cacheos, registros y detenciones ilegales. El acuerdo económico negociado por Public Justice asegurará una indemnización para cada manifestante entre 3.000 y 10.000 dólares, dependiendo en el número de demandantes colectivos que lo demanden. La cantidad del acuerdo mediante seguros, en lugar de con fondos públicos del ayuntamiento. Además del equipo del juicio, los demandantes fueron representados por el abogado de PJ Attorney Victoria Ni y el director ejecutivo de PJ Arthur Bryant. Traducción: Maikel Kerrule fuente: http://www.tlpj.org/pr/wto040207.htm publicada en Public Justice el 4 de febrero de 2007
Public Justice, 4 de febrero 2007. Traducción, junio 2007.
Como resultado de un juicio de 11 días en enero, un jurado civil encontró culpable al ayuntamiento de Seattle por violar los derechos derivados de la Cuarta Enmienda. El veredicto de Hankin contra el Ayuntamiento de Seattle y el acuedo alcanzado ha sido conseguido tras siete años de juicios y un trabajo persistente del equipo legal de Public Justice. "Es una pena cuando la justicia se retrasa, especialmente cuando son siete años" dijo el demandante principal Kenneth Hankin, un ingeniero de sistemas de fuel de Boeing.
Conforme a lo acordado, pendiente de aprobación del juzgado, el ayuntamiento de Seattle ha aceptado no sólo cerrar todos sus expedientes sobre los arrestos, sino también pedir formalmente que otros organismos retiren cualquier antecedente que hayan podido recibir o mantener relacionado con los arrestos del 1 de diciembre de 1999. El ayuntamiento también notificará al resto de organismos que los demandantes nunca fueron juzgados ni condenados por ningún delito. El cierre y retirada de antecedentes penales es de particular importancia para los miembros de la demanda colectiva, preocupados de los efectos potenciales de los mismos en su reputación y respeto a la ley.
martes, 12 de junio de 2007
Para aprender sobre qué sucede en realidad en las manifestaciones contra el G8.
miércoles, 23 de mayo de 2007
Políticos y la política
“Tenemos una justicia que no hace justicia a las mayorías. Yo tenía antes miedo a la política por la negativa imagen de los políticos de ser unos farsantes, maleantes y ladrones, pero poco a poco entendí que la política es la ciencia de servir al pueblo. Como autoridades debemos vivir para el pueblo y no del pueblo, y en la justicia boliviana deberían vivir para la justicia y no de la justicia”.
Evo Morales
martes, 8 de mayo de 2007
El subdesarrollo de España
El mito del ‘mileurista’ se identifica con un colectivo de jóvenes urbanos de amplios estudios universitarios, obligados a compartir piso para llegar a fin de mes. Pero la realidad es mucho más cruda. La sociedad de los bajos salarios que se está construyendo en España desde hace años afecta no solamente a los jóvenes profesionales que viven en las grandes ciudades, sino que se ha extendido como el aceite por el conjunto de la sociedad. No en vano, España -dentro de la Unión Europea a 15- es el país con los salarios más bajos. Sólo por detrás de Grecia y Portugal. En 2005, según Eurostat, los ingresos medios en la ‘Vieja Europa’ ascendían a 34.412 euros brutos, muy lejos de los 20.438 que se perciben en España.
(...)
En estos momentos, algo más de 19 millones de personas -más del 40% de la población- cuenta con unos ingresos mensuales inferiores a 1.000 euros mensuales brutos.
(...)
El colectivo más importante lo forman los asalariados. Los datos proceden de una publicación de la Agencia Tributaria (Mercado de Trabajo y Pensiones en las Fuentes Tributarias) y ponen de manifiesto que nada menos que 10.412.147 trabajadores declararon en 2005 a Hacienda unos ingresos inferiores a dos veces el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que ese año quedó fijado en 7.182 euros al año.
fuente: Cotizalia, vía Escolar.net
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La distribución de la renta en la España de Zapatero: un flash
De Juan Torres López, en Rebelión.
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Otra fuente recomendable en este sentido:
"El subdesarrollo social de España", de Vicenç Navarro.
Anagrama, 2006.
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"El único poder auténtico que existe hoy en España es el dinero, y ni terranientes ni estraperlistas ven la necesidad de hacer sacrificios para prevenir una revolución que, mientras el ejército y la policía sigan fieles, no puede producirse". Gerald Brenan, 1949.
lunes, 7 de mayo de 2007
La distribución de la renta en la España de Zapatero: un flash
(artículo fusilado de Rebelión.org)
Según los datos que publica el Instituto Nacional de Estadística en los ocho años que gobernó el Partido Popular en España la participación de los salarios en el total de la renta (digamos que la porción de la tarta que corresponde a los trabajadores) bajó del 50,61% (IV Trimestre de 1996) al 48,74 (IV Trimestre de 2004) o al 49,46% si se considera el IV Trimestre de 2003.
Esas disminuciones representan una transferencia bastante bastante grande desde los asalariados al excedente a lo largo de esos años.
Para hacernos una idea, por ejemplo, téngase en cuenta que la dismunición de finales de 2003 a finales de 2004 significó que los trabajadores se repartieron entonces (en comparación con el año anterior y en proporción) 1.622 millones de euros menos. Una cantidad que, por el contrario, se añadía al excedente empresarial.
En el año 2005 (que en sentido estricto fue el primero en el que Zapatero hizo política económica propia), el peso de los salarios en el total de las rentas pasó del 48,74% al 48,16%, es decir, que disminuyó 0,46 puntos. Y en el peso de los salarios en el conjunto de las rentas volvió a bajar 0,46 puntos, es decir, unos 1.206 millones de euros.
Estos datos (que se pueden seguir con más detalle en el cuadro siguiente) indican claramente que en los dos años de gobierno socialista prácticamente no se ha modificado la pauta de distribución de la renta en España, que sigue deteriorándose para los salarios a pasos realmente agigantados.
Es normal que esto suceda cuando se siguen manteniendo políticas fiscales cada vez más regresivas y cuando se favorece que las grandes empresas obtengan cada vez más beneficios a costa del control salarial y del trabajo precario.
El siguiente cuadro muestra los ingentes beneficios obtenidos por las grandes empresas españolas en 2006 y su incremento respecto a 2005.
Es evidente el proceso de deterioro salarial que se viene produciendo en España a favor, lógicamente, de los beneficios empresariales. Tanto es así, que el crecimiento efectivo de los salarios ni siquiera alcanza el nivel pactado en los convenios, como ponía de relieve recientemente un significado economista del Banco de España: "En los últimos años, los incrementos de la remuneración de los asalariados vienen siendo inferiores a los incrementos medios pactados en los convenios colectivos" (José L. Malo de Molina, "Los principales rasgos y experiencias de la integración de la economía española en la UEM"). Una circunstancia que, entre otras cosas, evidencia que la distribución de la renta de forma cada vez más desfavorable para los trabajadores tiene principalmente que ver con la pérdida de poder de negociación y con su desmovilización política, social y sindical.
Es verdad que el gobierno de Rodríguez Zapatero reitera que su voluntad es hacer una política más social pero a la vista de estos datos debemos preguntarnos si eso no es más que un desideratum porque a la hora de la verdad lo que está pasando es que los grandes beneficiarios de la renta y la riqueza siguen siendo siempre los mismos, e incluso en mucha mayor medida.
La situación se puede hacer grave porque la evolución del gasto social (que en cierto modo podría paliar la pérdida de poder adquisitivo de los salarios de peso en el conjunto de las rentas) no está evolucionando en la tendencia que cabría esperar.
Según los datos que publicó el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, aunque lógicamente el montante total ha aumentado, la participación de los gastos sociales en el PIB disminuyó en 2005 (19,56%) respecto a 2004 (20,06%), 2003 (19,94%) y 2002 (19,97).
Esto significa que está disminuyendo el “esfuerzo” dedicado al gasto social, lo que de forma significativa muestra que las prioridades de reparto se alejan de la satisfacción de las necesidades que tienen los sectores de menor renta (que lógicamente son los que más necesitan los bienes colectivos financiados por el gasto social).
Hay que volver a llamar la atención al Gobierno para evitar que su política social sea puramente de cartón piedra y, en definitiva, para tratar de quebrar esta tendencia tan injusta y antisocial que el gobierno de Rodríguez Zapatero, a pesar de su discurso tan progresista, sigue aplicando prácticamente en los mismos términos que el anterior gobierno derechista del Partido Popular.
Juan Torres López es catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Málaga (España) y colaborador habitual de Rebelión. Su página web: www.juantorreslopez.com
Juan Torres sobre super-ricos, iglesia y dinero público
Los tres temas son importantes. Los enlazo y que cada uno lea el que le interese.
Jerarcas de la Iglesia Católica recomiendan votar a partidos violentos de extrema derecha.
Sopa de OPAs: los ricos juegan al Monopoly.
¿Fondos públicos de pensiones para especular? (audio)
Los tres gracias a Juan Torres, en su blog Ganas de escribir
viernes, 4 de mayo de 2007
Los encartelados
A finales de los años 60 hubo una novela (que ahora se puede ver por internet) sobre una revuelta contra la dictadura militar española: Los encartelados, de Gonzalo Arias. Se puede bajar en PDF.
Los encartelados. Novela programa. 1ª ed. París 1968; 3ª ed. anotada y con apéndice documental, 1998. Libro vinculado a la primera acción política y testimonial realizada en España bajo el signo explícito de la noviolencia. La 1ª edición llevaba la siguiente nota: "Esta novela es un programa. El autor (...) se propone iniciar en persona la ejecución del primer capítulo el 20 de octubre de 1968, confiando en que otros tomarán a su cargo la ejecución de los restantes". El tema es una campaña para pedir elecciones, en un país de dictadura no demasiado imaginario, por el sencillo procedimiento de pasearse con carteles en pecho y espalda.Eso es lo que hizo él. Salir a la calle. Se lo llevó la policía política, creada a imitación de la Gestapo (y con su colaboración) al TOP (Tribunal de Orden Público)*
De Gonzalo Arias se puede leer en su propia web:
A los 42 años y con seis hijos, en 1968, realicé una acción sencilla pero que debía conducirme necesariamente a la cárcel: Petición pública de elecciones (en cumplimiento del programa anunciado previamente en mi libro Los encartelados) como primer paso para la democracia, gesto por el que fui condenado como autor de un delito contra las leyes fundamentales.*Los delitos políticos y sindicales que habían sido juzgados por Tribunales Militares o por jurisdicciones especiales pasaron a serlo por el Tribunal de Orden Público (TOP) desde diciembre de 1963, el cual se va a convertir en el principal instrumento represivo de la actividad sindical y política de la etapa final de la dictadura y persistiendo hasta el 4 de enero de 1977.
Otras actuaciones inspiradas en la noviolencia, que me valieron nuevos contactos (breves, a decir verdad) con el mundo carcelario fueron:
- 1971: Participación en la "Marcha a la prisión" en apoyo de la objeción de conciencia al servicio militar cuando los objetores españoles arriesgaban largos años de prisión. Fue una marcha internacional desde Ginebra hasta (teóricamente) Valencia, aunque los caminantes, tal como habían previsto, fueron detenidos al entrar en territorio español.
- 1976: Denuncia pública de las torturas policiales, en un momento (gobierno de Arias Navarro) en que había una expresa prohibición gubernativa de hablar sobre este tema.
- 1973-1982: Repetidas visitas a Gibraltar y saltos de la verja fronteriza cerrada para reclamar la rectificación de la errónea e inhumana política de hostigamiento hacia los gibraltareños. Mi interés por la cuestión de Gibraltar me llevó a trasladar la residencia familiar a La Línea de la Concepción, donde hemos vivido de 1980 a 1997.
Mis primeros libros inspirados en la noviolencia hubieron de publicarse o en el extranjero (Los encartelados) o ilegalmente en España (La no-violencia: ¿tentación o reto? y El proyecto político de la no-violencia), al no permitirlos la censura franquista. Estos y otros se han vuelto a editar después.
En 1987 publiqué el Repertorio de caminos de la Hispania romana, y ese mismo año reanudé la publicación de El Miliario Extravagante.
Desde 1968 (año en que renuncié a mi puesto permanente en la UNESCO) hasta la actualidad, mi fuente principal de ingresos ha sido el trabajo de traductor temporero para diversos organismos de las Naciones Unidas.
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